Rogelio Guerra: fortaleza inquebrantable

Rogelio Guerra se ganó a pulso el cariño del público, un ser humano tan vulnerable como todos. Es él quien nos narra el accidente que le costó por un tiempo no poder caminar,  pero su fortaleza lo salvó, su amor por años al deporte y a su valentía.

“Un día fui a ver cómo estaban arreglando los camerinos si lo habían hecho bien, porque hacíamos funciones y en este había un evento en medio del escenario yo estaba a oscuras, iba caminando y dejaron una canilla abierta, ahí fue dónde me vino el problema de la cadera pero no en ese momento; sino ocho años después”, dijo el actor.

Fueron ocho operaciones y meses de terapia para poder incorporarse. Hoy es un hombre entero, limitado pero no para de dar lo mejor en el escenario o en el set de grabación.

“Yo creo que la vida es un casting continuo, si no la sabes manejar. Nunca perdí el piso, así como me ves, siempre he sido toda la vida y la gente lo sabe”, agregó.

En la última entrega de No todo es miel, hay un juicio y un riesgo de ser encarcelado.

“La impartición de justicia en este país es una porquería, no me he dejado sigo todavía, ahorita sigo con amenazas”, finalizó.