Trajinera de plástico, próxima a estrenarse en Xochimilco

Notimex   01/09/2014

Trajinera de plástico, próxima a estrenarse en Xochimilco

Trajinera de plástico, próxima a estrenarse en Xochimilco

Notimex

México, 31 Ago. (Notimex).- La basura que se arroja a los canales de Xochimilco también puede ser usada como materia prima para la fabricación de trajineras, como la que se dará a conocer esta semana, fabricada a partir de envases de agua, de champú y de bolsas de plástico.

Incluso, la primera trajinera hecha con material plástico PET ya se encuentra en el embarcadero Nuevo Nativitas, en el sur de la Ciudad de México, y se prevé que en los próximos días se ponga en funcionamiento de manera oficial.

Su fabricación estuvo a cargo de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación del Distrito Federal (Seciti) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en colaboración con prestadores de servicios turísticos de Xochimilco.

El director de Infraestructura, Modernización e Innovación Tecnológica de la dependencia, Mauricio León Salazar, destacó que este prototipo es más económico para los canoeros, pues se estima que en producción en serie su precio será de 15 mil pesos, cifra menor a lo que cuesta una de madera, que oscila entre los 35 y 45 mil pesos.

Además el uso de este material es benéfico para el medio ambiente, ya que al no requerir madera reduce la tala de árboles que muchas veces proviene de aserraderos clandestinos, indicó en entrevista con Notimex el funcionario local.

Y la basura que se arroja a los canales de Xochimilco puede ser usada como materia prima para la fabricación de las canoas, pues el material plástico de esta nueva trajinera se obtiene de envases de agua, de champú y de bolsas de plástico, entre otros, agregó.

León Salazar dijo que a partir del acercamiento de los canoeros, la secretaría comenzó a trabajar con el Instituto de Investigaciones en Materiales de la UNAM, con el fin de desarrollar un nuevo material que respondiera a los requerimientos para hacer la embarcación.

Detalló que el proceso de fabricación hecho en la empresa Gysapol, ubicada en Toluca, Estado de México, inició con la recolección del material y consistió en triturar el plástico hasta quedar reducido a un semi polvo, con la textura de una arcilla, para posteriormente, mezclarlo con el filamento de PET para confeccionar los tablones con los que se hizo la trajinera.

En su oportunidad, César del Monte, integrante de la Agrupación Servicio Independiente del Embarcadero Nuevo Nativitas, comentó que esta asociación, con 22 de las 230 trajineras que hay en él, estableció contacto con la secretaría para encontrar un material que haga más resistente a las canoas.

Hoy en día, la vida útil de una de madera es de entre 8 y 10 años, pero a partir del quinto año deben darle mantenimiento para reducir su desgaste, lo que conlleva un gasto de alrededor de 30 mil pesos anuales.

Explicó además de los golpes que reciben en su maniobra diaria, al estar a la intemperie, las trajineras son afectadas por hongos e insectos que deterioran la madera, por lo que cada tres meses los propietarios las tienen que reparar, cambiando y pintando secciones de madera que se pudren y se fracturan, así conforme el tiempo avanza, el mantenimiento es más caro.

La agrupación de la que es miembro considera que este nuevo material es una alternativa más económica para ellos, pues se calcula que la nueva trajinera de plástico, que puede transportar a 20 personas como una tradicional, tendrá una vida útil de alrededor de 100 años, señaló Del Monte.

El joven, que pertenece a la quinta generación de una familia dedicada a prestar el servicio turístico, mencionó que la intención de la agrupación es cambiar el parque de trajineras con el que cuenta por este material, con el fin de que las 30 familias, ocho propietarias y 22 de remeros, se vean beneficiadas.

Agregó que la participación de la organización en la fabricación de la primera trajinera con PET consistió en proporcionar información sobre la manera en que estas embarcaciones se hacen, pues es un proceso artesanal, cuya tradición se ha pasado de generación en generación en los astilleros.

Finalmente, indicó que hace 13 años la agrupación inició la manufactura de algunas trajineras de fibra de vidrio, pero la capa de abajo en las secciones de las cabeceras y el fondo de la embarcación se raspa con el uso y permite que el agua se meta.

El proyecto financiado por la Seciti costó tres millones de pesos, produjo tres embarcaciones, la última como prototipo final, y logró registrar la patente del material hace aproximadamente medio año.

Con ello, la dependencia local planea en una segunda fase orientar a las organizaciones de prestadores de servicios para crear cooperativas donde fabriquen este material para hacer trajineras o estacas, herramienta que se usa para contener la tierra de las chinampas.

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