Nuestra vida sin Internet

Redacción   19/12/2012

Nuestra vida sin Internet

Nuestra vida sin Internet

Redacción

Actualmente, la profundidad con la que el internet ha entrado en nuestras vidas, sobre todo para las generaciones más recientes, éste se ha vuelto  indispensable y necesario para muchas tareas en la vida cotidiana, llegando incluso a sustituir muchas de las actividades de antaño, que muchos niños ahora siquiera pueden imaginar.

El internet no solo sirve para consultar información o verificar algunos datos; las compras, contacto con otras personas de manera inmediata y a un bajo costo, es posible a través de las redes sociales y videollamadas, por ejemplo: trámites, pagos, cuentas bancarias, trabajo, todo con un “click” y sin salir de casa.

Para imaginar la vida sin internet, tendríamos que regresar a la vida antes de éste en el ámbito domestico y presuponer que muchos aspectos de nuestra vida cotidiana serían enteramente diferentes. Para empezar, actualmente pasamos mucho tiempo navegando en Internet, tanto que las empresas hacen campañas comerciales en la red, de tal modo que sin Internet, el mundo empresarial sería mucho menos competitivo y sería más complicado encontrar ofertas, que son hechas por las empresas utilizando campañas de marketing por Internet, que se traducen en ofertas al comprar sus servicios o comprar sus productos. Estos descuentos suelen estar en forma de cupones de descuento virtuales, que se pueden encontrar en portales que buscan generar una oferta en Wellness.

Antes de la irrupción de Internet en nuestras vidas, si teníamos intención de viajar, por ejemplo, debíamos acudir a una agencia de viajes tradicional, en la que toda la información que nos ofrecían era puramente comercial y era proporcionada con la intención de vender un producto, en este caso, el paquete turístico.

Ahora encontrar ofertas en viajes , por ejemplo, a través de Internet o conseguir información  de primera mano a través de blogs de viajeros y de personas particulares que nos informen sobre los destinos turísticos, es posible.

Si bien es cierto que facilita la vida desde el hogar como una herramienta, cuando éste se vuelve sustituto y base de nuestras vidas, así como la única forma de comunicarnos y relacionarnos, provoca trastornos sociales y de personalidad importantes.

 

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