Mitos en torno a la caída de las Torres gemelas

María Érika De la Luz Márquez   11/09/2012

Mitos en torno a la caída de las Torres gemelas

Mitos en torno a la caída de las Torres gemelas

María Érika De la Luz Márquez

Fecha de ataque: 11/9 = 9 + 1 + 1 = 11, septiembre 11 en su forma de dar la fecha 11/9, las torres gemelas, de perfil parecían un número 11, El Estado de New York fue el número 11 en agregarse a "Los Estados Unidos de Norteamérica", New York City tiene 11 letras, The Pentagon (El Pentágono) tiene 11 Letras.

El primer avión en estrellarse contra las torres fue el vuelo 11, En el vuelo 11 había 92 personas a bordo: 9 + 2 = 11, También surgieron imágenes con supuestos rostros que se "formaron" en el humo tras el atentado.

Para reportar una urgencia en EE.UU. se disca 911... y el código de área de Iraq e Irán es 119. La fecha del ataque es 9+1+1 = 11 de septiembre, día 254 del año (2+5+4 = 11). El primer vuelo en impactar fue el número 11 y el estado de NY fue el número 11 en sumarse a los EE. UU.

Las conspiraciones del 11-S son una serie de teorías sobre el origen y desarrollo de los atentados (que tuvieron lugar el 11 de septiembre de 2001 en el World Trade Center, en El Pentágono y en una zona rural de Pensilvania) que discrepan de la versión oficial.

Aunque algunas teorías alternativas a la oficial proponen que fueron los agentes secretos de Israel o Pakistán los que estaban detrás de los ataques, las teorías que han conseguido mayor repercusión suelen estar basadas en una de estas dos ideas:

Que el Gobierno de Estados Unidos tenía conocimiento previo de los ataques y deliberadamente no hizo nada para prevenirlos. Este grupo de teorías, por tanto, admite la existencia de los secuestradores islámicos y no cuestiona la causa del derrumbe de las Torres Gemelas, pero acusa al gobierno de permitir deliberadamente que los terroristas realizaran los ataques. Ha recibido el nombre de LIHOP ("let it happen on purpose", "dejar que ocurra a propósito".

Que fue el propio gobierno de Estados Unidos quien orquestó y perpetró los ataques. Este grupo de teorías cuestiona la causa del derrumbe de las Torres Gemelas, que sería una demolición controlada. Se ha usado el término "Inside Job" (trabajo interno) para referirse a los atentados en este grupo de teorías. Ha recibido el nombre de MIHOP ("made it happen on purpose", "hacer que ocurra a propósito".

La teoría de la demolición controlada del World Trade Center es la hipótesis que sostiene que el derrumbe del World Trade Center no fue causado por el daño del accidente aéreo que tuvo lugar como parte de los ataques del 11 de septiembre 2001, ni por los daños derivados de los incendios, sino por explosivos implantados en los edificios de antemano.

Al principio, los defensores, como el físico Steven E. Jones, el arquitecto Richard Gage , el ingeniero de software de Jim Hoffman , y el teólogo David Ray Griffin, sostuvieron que los impactos de los aviones y los incendios resultantes no podrían haber debilitado los edificios lo suficiente como para iniciar un colapso catastrófico, y que los edificios no se habrían derrumbado por completo, ni a la velocidad que lo hicieron, sin el uso de energía adicional para debilitar sus estructuras.

El Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) y la revista Popular Mechanics examinaron y rechazaron estas teorías. Los especialistas en mecánica estructural y en ingeniería estructural, aceptan en general el modelo de un derrumbe inducido por incendio e impulsado por la gravedad de los edificios del World Trade Center, una explicación que no involucra el uso de explosivos. NIST no hizo pruebas de residuos de compuestos explosivos en las muestras de acero, indicando que los resultados potencialmente no serían concluyentes, y señalando que habría compuestos similares presentes durante la construcción de las torres.

En 2006, Jones sugirió que se podría haber utilizado termita o súper-termita por agentes del gobierno con el acceso a esos materiales y a los propios edificios, para demolerlos. Más tarde, Jones, Harrit et al. indicaron que habían encontrado evidencia de nano-termita en las muestras del polvo que se produce durante el colapso de las torres del World Trade Center.

En abril de 2009, Steven E. Jones, junto con Niels Harrit y siete autores más, publicaron un artículo en The Open Chemical Physics Journal de Bentham Science Publishers titulado "Material termítico activo descubierto en el polvo de la catástrofe del 11-S del World Trade Center".10 NIST luego dijo que no había una "cadena de custodia clara" para demostrar que las cuatro muestras de polvo hubiesen provenido del sitio del WTC. Jones invitó a NIST para llevar a cabo sus propios estudios utilizando su propia "cadena de custodia" de polvo, pero NIST no investigó.

En Estados Unidos, los «Científicos por la Verdad sobre el 11 de Septiembre» (Scholars for 9/11 Truth) ponen en duda la versión oficial sobre los atentados del 11 de septiembre, señalando que ésta «viola los principios de la física y de la ingeniería».

Después de varios años de investigaciones y la publicación de artículos y libros, esta asociación de universitarios, que reúne a personalidades del mundo científico y de medios militares, está convencida de que el World Trade Center sólo pudo ser destruido mediante una demolición controlada.

Las investigaciones han llevado a estos científicos a la conclusión de que el gobierno estadounidense no sólo sabía de los atentados sino que los planificó. Ahora se han dado a la tarea de utilizar todos los medios a su alcance, como la organización de conferencias y la publicación de artículos, para hacerlo saber al pueblo.

Esta asociación, a la que pertenecen unas cincuenta personalidades, fue fundada por David Ray Griffin, ex profesor de teología y autor de The New Pearl Harbor (2004) y The 9/11 Commission report: omissions and distorsions (2004).

La dirige Morgan Reynolds, profesor emérito de economía en la Universidad A&M, de Texas, y ex consejero del presidente George W.Bush.

La asociación cuenta además con el apoyo de Andreas Von Bulow, ex ministro alemán de Investigación y Tecnología, autor de Die CIA und der 11. September. Internationaler Terror und die Rolle der Geheimdienste y miembro de Axis for Peace.

En 2005, el millonario Jimmy Walter ofreció un millón de dólares a quien logre probar que las Torres Gemelas del World Trade Center pudieron desplomarse sin la utilización de explosivos. Ni siquiera los propios expertos oficiales se han atrevido a tratar de aceptar el reto. Nadie ha reclamado el premio.

Para las autoridades estadounidenses se trata de un caso cerrado. Sin embargo, la explicación oficial no satisfizo a todos y subsiste una serie de preguntas sin resolver, que lleva a escépticos de todo el mundo a afirmar que en este caso no se ha revelado toda la verdad.

La propia caída de las torres fue recibida con reservas por quienes no podían aceptar que dos rascacielos -que en las especificaciones de su diseño contemplaban la posibilidad de ser impactados por  aviones- se derrumbaran poco después de las colisiones.

La mayoría de escépticos acepta la lógica detrás del desplome de las Torres Gemelas, debido a la particularidad de su diseño: un núcleo de acero rodeado por una estructura desprovista de columnas y dependiente de la coraza exterior. Lo que les resulta increíble es el colapso de la Torre 7 del World Trade Center (WTC) -la cual no fue impactada por los aviones-, que tiene, según algunos, todas las características de una demolición controlada.

"Hablamos de un edificio de 47 pisos que, a las 5:20 de la tarde del 11 de septiembre, se derrumbó sobre su propia estructura -recuerda Dylan Avery, director del documental Loose change, que examina el misterio del WTC-. Allí quedaba el destacamento más grande de la CIA fuera de Washington, una sede del Departamento de Defensa y la mayor oficina de campo del Servicio Secreto. El edificio estaba cargado de agencias gubernamentales y documentos oficiales, así que es notable que, si un edificio iba a colapsar esa tarde, a velocidad de caída libre, fuera precisamente ese". También llama la atención que medios como BBC informaran de su desplome antes de que ocurriera.

Los otros dos aviones

El ex presidente George W. Bush ha admitido que el 11 de septiembre del 2001 dio la orden de derribar cualquier avión comercial que volara en áreas restringidas. Hay quien cree aún que eso pasó con el vuelo 93 de United Airlines, que según la versión oficial se estrelló porque los pasajeros se rebelaron contra sus secuestradores. Gracias a eso, no llegó a su blanco.

El que sí lo hizo fue el vuelo 77 de American, que se estrelló contra El Pentágono. Los que creen que hay algo raro en esa historia señalan que el avión tuvo que haber realizado un giro de 270 grados en un espacio muy limitado para tomar ese rumbo, algo que sólo puede hacer un caza.

Agregan que volar a 700 kilómetros por hora, a tan poca altura, no es tarea para pilotos novatos. Y señalan como inconcebible que las cámaras de seguridad de la zona captaran la explosión en El Pentágono, pero no el avión que lo embistió. Esto lleva a los dudosos a asegurar que fue un misil estadounidense el responsable de la conflagración, y que el Boeing 757-200 habría sido destruido en el aire.

El hombre que predijo el 11-S

Aunque pocos lo saben, William Cooper profetizó los sucesos del 11-S. Este locutor, conocido por sus teorías conspirativas, que abarcan desde ovnis hasta la secta de los illuminati, dijo en junio del 2001, en su programa de radio de onda corta, que era "inminente un ataque devastador" del que culparían a Osama Bin Laden, pero que en realidad sería obra del Gobierno.

Tras los atentados, Cooper insistió en sus señalamientos. Murió abaleado por la Policía en noviembre de ese año, cuando iban a arrestarlo por no pagar impuestos.

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Se cree que hasta 200 personas saltaron al vacío desde las Torres Gemelas tras los ataques del 11 de septiembre.

Por otra parte, se hablaba que simplemente se había cumplido una de las profecías de Nostradamus y los mails iniciaron a rondar con textos cómo este:

"En la ciudad de dios habrá un gran trueno dos hermanos destruidos por el caos, mientras la fortaleza resiste, el gran  líder sucumbirá, la tercer gran guerra comenzará cuando la gran ciudad esté en llamas".

Asimismo, ante un mundo consternado se inició a circular la fachada del pentágono con humo  y la representación de las torres gemelas en llamas... en un billete de 20 dólares.

Posterior a la caída de las torres surgieron algunas historias entre ellas se escucha la de un matrimonio que acude a Nueva York de viaje de placer, el motivo da igual, y mientras pasean por una de las calles turísticas de la ciudad observan como a una persona desconocida se le cae una cartera al suelo y entonces ellos recogen rápidamente la cartera y se la dan. Tras dársela descubren que es un árabe y este, en agradecimiento, les revela un secreto. Ese secreto es ni más ni menos que no se pasen por Nueva York durante el mes de septiembre por su propia seguridad.

Otra leyenda urbana relacionada es la de que unos 4 mil  judíos no acudieron a trabajar el 11 de septiembre.

Los mitos que han surgido han hecho de esta fecha un día a nivel  mundial que expresa mala suerte por la referencia de lo que paso en Nueva York hace unos años pero la superstición y el mito hacen que uní mismo predisponga una fecha común y corriente a un catastrófico acontecimiento.

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