Le ponen chispa a la Panamericana con autos eléctricos

CIUDAD DE MÉXICO.

Este año la Carrera Panamericana tendrá un nuevo corazón, toda vez que, dentro de las 80 tripulaciones dos tendrán un motor eléctrico, con el que buscarán demostrar que este tipo de movilidad también puede terminar con el reto de cruzar el país en siete días.

“Decidimos hacerlo este año porque queremos enfatizar la movilidad no contaminante y demostrar que es posible realizar este tipo de recorridos con un motor eléctrico”, dijo Víctor Juárez, coordinador del proyecto.

Su desarrollo no fue complicado, ya que el equipo tomó dos autos clásicos, un Ford Tudor 1951 y un Chevrolet Bel Air 1952 y le adaptó un propulsor que estará alimentado por baterías de plomo ácido, parecidas a las que traen nuestros vehículos y que sirven para arrancar el motor.

A diferencia de los autos con motor a gasolina, el peso de las pilas es mayor y la energía que almacenan menor, así que su tripulación deberá procurar no dar acelerones repentinos para gestionar con inteligencia la autonomía de las baterías, contemplada para una autonomía de 128 km.

“Estamos analizando si sólo haremos los tramos de velocidad y si hacemos servicios extras para cambiar las pilas descargadas por unas con carga. Nuestra prioridad es ir con la caravana en los tramos de velocidad”, explicó Juárez.

La presencia femenina engalanará estos autos. Las pilotos Leslie González y Gisela Ponce, quienes corren en los tractocamiones de la Super Copa, acompañarán a Ana Gabriela Peralta y Montserrat Oliver a recorrer los tres mil 700 kilómetros de esta demandante carrera.

Sin duda, este nuevo desafío dará de qué hablar.

La Carrera Panamericana vuelve a rutas de Chiapas

La cuenta regresiva para ver a la Carrera Panamericana recorrer las carreteras federales comenzó. Pero antes de que podamos ver la disputa entre Gabriel Pérez, Emilio Velázquez e Hilaire Damiron, hoy los 80 equipos deberán realizar su etapa de calificación para saber quién será el primero en marcar la pauta del contingente.

Desde las nueve de la mañana los autos clásicos saldrán del Centro de Convenciones de Tuxtla Gutiérrez y se dirigirán hacia la carretera libre 190, Tuxtla-San Cristóbal.

Antes de enfrentar la verdadera etapa de competencia, los pilotos tendrán un tramo de cinco kilómetros para calentar motores, neumáticos, agudizar los sentidos y sacudirse el polvo acumulado desde la edición anterior.

El tramo de calificación se sitúa delante de la localidad de Navenchauc, donde los pilotos deberán de recorrer la sinuosa carretera lo más rápido posible para poder tener un buen lugar de salida el viernes, hacia Oaxaca. Después, las joyas históricas se dirigirán a San Cristóbal de las Casas para una gran fiesta que durará hasta las dos de la tarde. Se tiene contemplado que el primer auto llegue a las 12:45 horas.

Los equipos regresarán al Centro de Convenciones para afinar los últimos detalles antes del inicio de la competencia. La entrada está abierta al público para quien guste conocer a fondo cómo trabajan los equipos en las etapas de servicio.

El formato de calificación se estableció hace dos años para que los autos más rápidos pudieran salir primero y se evitara el riesgo de un percance durante los rebases.

Las emociones comienzan a calentarse en Tuxtla Gutiérrez por saber quién será el primer líder de la competencia.

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