De día, comercio; de noche, galería nocturna

Cuando la noche comience a caer sobre la ciudad y sus comercios bajen las cortinas, surgirá entonces la primera Galería Nocturna establecida en el Centro Histórico.

Como parte del programa de Espacio Público de Casa Talavera y a fin de fortalecer el vínculo con la comunidad circundante, el espacio será inaugurado el 16 de octubre en la Plaza la Aguilita (o Juan José Baz), en las inmediaciones del barrio de La Merced.

La galería funcionará como una intervención del espacio público y estará dedicada a la fotografía.

La idea consiste en utilizar como lienzos las cortinas de metal de los casi 40 negocios que circundan la plaza.

Sobre ellas serán adheridas las imágenes impresas sobre papel, cuando llegue la tarde y los negocios bajen sus cortinas, comenzarán a aparecer los cuadros que podrán apreciarse toda la noche hasta el siguiente día cuando la jornada vuelva a comenzar.

Joaquín Aguilar, responsable del programa de Espacio Público, explica que la apertura de la galería será el comienzo de un espacio de intervención y arte público en el Centro Histórico y por primera vez en La Merced.

La galería surgió de un vínculo entre la Alianza Francesa, el Fideicomiso del Centro Histórico, la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) y los locatarios de la plaza.

Las imágenes que se colocarán en la primera exhibición son el resultado de un taller de fotografía social que impartió el francés Romain Thieriot con alumnos y habitantes de la comunidad.

Se trata de más de un kilómetro de imágenes impresas con temas de “identidad, personajes o patrimonio cultural, son fotografías maravillosas, imágenes que reflejan una Merced digna, no está visión amarillista de sólo prostitución, drogas y pobreza”, dice Aguilar.

El surgimiento de la primera Galería Nocturna no fue fácil, los orígenes se remontan por lo menos diez años atrás, cuando Casa Talavera llegó al barrio. Hace diez años, agrega, “nadie quería acercarse a esta parte del centro. Estaba muy estigmatizada y sigue cargando un halo de violencia, prostitución, basura, drogadicción, robo, en fin, un peligro para cualquier ciudadano valiente que se atreva a caminar por aquí”.

El trabajo del espacio cultural siempre giró en torno a la idea del arte como motor de transformación social.

El programa de espacio público buscaba vincularse con la comunidad del Centro Histórico, específicamente del barrio de la Merced y ser un laboratorio estético de los estudiantes de la UACM.

A pesar de la llegada de Casa Talavera, los vecinos seguían reticentes a formar parte del espacio.

Desde los umbrales de sus negocios o asomados en los balcones de sus casas, lanzaban miradas recelosas.

Pero un proyecto de radio comunitaria comenzó a cambiar las cosas.

Aguilar recuerda que llegó con una bocina, una consola y una mesa a plantarse a la Plaza la Aguillita. También llevaba una escoba para barrer el lugar que iba a ocupar. “Al mes y medio me siguió el vecino y comenzó a limpiar, luego el siguiente y luego el siguiente.En un año y medio la plaza estaba recuperada al menos de la limpieza, comenzó a generarse un proceso de recuperación de espacio público que cuando salimos no era nuestra intención, sólo nos interesaba que la gente se vinculará a este lugar: la plaza era un lugar sucio, mucho crak, mucho indigente, cruzar esa plaza era un acto de autoflagelación”, recuerda.

La frecuencia comunitaria fue bautizada como Radio Aguilita que “se convirtió en un vínculo con las instituciones de gobierno y una comunidad que no quería entablar ninguna negociación. Había una desconfianza hacia cualquier ámbito institucional, pues la comunidad ha sido muy utilizada o criminalizada, Casa Talavera se convirtió en su referente institucional”, enfatiza.

Logrado el lazo, los vecinos lograron un acuerdo para la recuperación del espacio. Hoy la plaza luce totalmente remodelada junto a un corredor peatonal que va por las calles Talavera y Alhóndiga hasta llegar a la iglesia de la Santísima Trinidad.

“La gente ahora ha pedido que la plaza sea un lugar de oferta cultural para la ciudad, ellos quieren hoy su plaza, que funcione como la zona comercial que es pero se volvieron promotores comunitarios, ellos exigen ya actividades culturales porque vieron que eso detona que vengan públicos de otras partes de la ciudad y han podido ir consolidando también el impacto en sus negocios”, dice.

Papelerías en su mayor número, pero también sastrerías, carnicerías, tiendas y baños públicos son algunos de los negocios cuyas cortinas formarán parte de la galería.

“A las siete, ocho de la noche cuando los locatarios comiencen a bajar sus cortinas la Plaza la Aguilita se convertirá en una galería nocturna que incite al uso de la plaza pública, que vengan otros sectores de la población a conocer la galería, a caminar por el barrio de la Merced”, apunta Aguilar.

¿DÓNDE Y CUÁNDO? La primera Galería Nocturna establecida en el Centro Histórico se inaugurará el 16 de octubre, a las 19 horas, en la Plaza la Aguilita (o Juan José Baz), en las inmediaciones del barrio de La Merced