Avanza proyecto verde contra contaminación

Al norte, en el poniente y en puntos estratégicos del Valle de México, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) instalará barreras verdes para evitar que emisiones contaminantes provenientes de otros estados ingresen al territorio y empeoren la calidad del aire.

Martín Gutiérrez Lacayo, secretario ejecutivo de la CAMe, explicó que la estrategia anunciada por la Semarnat consta de tres ejes: crear el “Cinturón de la Megalopolis”, incrementar la densidad en parques urbanos y colocar barreras vivas en zonas en donde el suelo no es apto para sembrar ciertas especies.

Las llamadas barreras verdes son estructuras lineales con árboles o arbustos de diferentes alturas, que tienen como fin obstaculizar agresiones externas desde el viento, fuego, partículas en el aire y gases contaminantes.

En entrevista, explicó que la plantación de árboles y vegetación prevista hasta el momento será en reservas territoriales en Áreas Naturales Protegidas, las cuales abonarán en acciones de conservación, logrando un doble objetivo, tanto iniciar las barreras como mejorar la zona.

De inicio, el interés principal es cubrir con vegetación la zona norte donde entra una gran cantidad de partículas provenientes del corredor Tula-Apaxco-Tepeji, y las cortinas de vegetación actuarán como filtro y contención.

“Es un corredor que no está protegido y que necesitamos hacerlo y conservarlo. Esto permitiría evitar que las partículas que vienen del corredor ingresen al Valle de México, es un conector que estamos previendo en la parte norte”.

Las especies previstas para la colocación de las también llamadas “cortinas verdes” son pino, encino y frutales como limón, ciruelo, tejocote y capulín, la altura mínima de los individuos será de 1.20 metros, lo que permitirá que se adapten mejor y habrá trabajos adicionales de restauración de suelos, adaptación de especies desde los viveros, entre otras tareas.

Al respecto, Benjamín Ordóñez, profesor de la Facultad de Ciencias de la UNAM, dijo que la contención de partículas y ruido que permiten estas formaciones de árboles lograrán una reducción de apenas 10 por ciento de lo que se genera o entra a grandes urbes como el Valle de México.

“La contaminación es tan grande que cuando mucho se va a mejorar 10 por ciento la calidad del aire, pero si a la par entrará el nuevo aeropuerto que contaminará 30 por ciento más de lo que ya se genera actualmente, no se resuelve ningún problema”, sostuvo Ordóñez.

Reconoció que los árboles que se van a utilizar para la reforestación, desde el momento en que comenzaron a crecer en los viveros y en cuanto sean plantados en las áreas que serán las barreras, comenzarán a trabajar y dar beneficios en la captura y transformación de los contaminantes.

“Una barrera viva, bien trabajada, bien nutrida, bien establecida, empieza a trabajar en el momento en que se está plantando, el tema será el seguimiento pues si no pega en el sueño morirá y deberán sustituirse”, apuntó el profesor de la UNAM.

Consideró que la Megalópolis requiere no sólo la restauración del cerco vivo, sino la rehabilitación de cuerpos de agua que entre muchas de sus funciones está la fijación de dióxido de carbono a través de las algas, mientras que el agua permite intercambio gaseoso que bajan las concentraciones de orgánico-volátiles.

El titular de la CAMe indicó que los gobiernos locales apoyarán para identificar los sitios en donde se reforestará y que en la Ciudad de México se prevé de inicio la Sierra de Guadalupe, Bosque de Tlalpan, barrancas, entre otras que definan de manera conjunta.

En cuanto a las barreras vivas, comentó que las zonas prioritarias para este modelo se ubican en Ecatepec, Villa de las Flores, Texcoco, Chalco y las zonas donde la composición de los suelos hace frágil la tierra y compleja la reforestación, al menos con especies grandes, por lo que optarán por colocar especies diferentes.

“Nada más en la zona aledaña al aeropuerto, en términos de camellones que necesitamos reforestar, son 15 kilómetros”, señaló.

Los trabajos iniciarán este mismo año, con la temporada de reforestación que arranca este mes cuando las lluvias favorecen la siembra y utilizarán diferentes técnicas en cada zona para que logren adaptarse y crecer sin problemas.

Los gobiernos del Estado de México y de la Ciudad de México apoyarán con recursos materiales y económicos ya previstos en el Fondo Nacional Forestal, para la realización de las tareas e invitarán a la ciudadanía a participar en las tareas de cuidado y mantenimiento para que la merma natural sea baja.

“Queremos que la gente se apropie de las zonas y que esto nos permita darle una viabilidad a largo plazo”, apuntó.

Benjamín Ordóñez, quien también es director general de la asociación Servicios Ambientales y Cambio Climático, recomendó que en vialidades muy utilizadas se instalen filtros, tipo catalizadores, para que atrapen dióxido de carbono y compuestos volátiles orgánicos y no causen tanto daño a la gente.

Aseguró que al capturarse los contaminantes a nivel de suelo o en alturas en las que son fácilmente inhalables por el humano, se podría reducir el daño que causa a la salud.

Ventilador

Otra propuesta para tratar de limpiar el aire de la ciudad: