Recomiendan evitar confundir Alzheimer con “achaques de viejo”

Notimex   14/10/2014

Recomiendan evitar confundir Alzheimer con “achaques de viejo”

Recomiendan evitar confundir Alzheimer con “achaques de viejo”

Notimex

La señora María Rivas, de 74 años de edad, olvida dónde dejó sus espejuelos, aunque los carga sobre su cabeza, tampoco sabe qué día es o si tomó sus medicinas. Ella sufre de una penosa enfermedad que ataca a los más adultos: Alzheimer.

“Mis nietas y mi hija mayor se ríen de mí porque se me olvidan las cosas y a cada rato les pregunto por mis útiles personales, pero es que estoy enferma y ellas no lo entienden, me regañan y cuando llega alguna visita a casa me mandan a la habitación”, comentó la anciana.

La neuropsiquiatra Zaida Betancourt dijo a Notimex que en Venezuela ha ido aumentando el número de pacientes con Alzheimer y se calcula que para 2016 habrá en el país más de tres millones de personas con este padecimiento.

“La incidencia de casos nuevos por cada mil personas es de uno a partir de los 65 años, 10 al llegar a los 75, y 100 al pasar los 85 años, lo cual nos permite apreciar que mientras más envejece la persona corre un mayor riesgo de padecer la enfermedad”, precisó.

Betancourt advirtió que “lo más grave de ello es que los familiares de estos pacientes no saben cómo tratarlos, y confunden los síntomas de la enfermedad con los llamados ‘achaques de viejo’. Tampoco existen centros o casas de reposo donde estas personas puedan permanecer”.

Explicó que la enfermedad tipo Alzheimer es un proceso degenerativo de las neuronas que se manifiesta con trastornos conductuales y deterioro de múltiples áreas cognitivas, que se expresa en la pérdida progresiva de la memoria y otras capacidades mentales.

“Aunque el Alzheimer es incurable, hay tratamientos farmacológicos que ayudan a disminuir los síntomas y facilitar el trabajo de los cuidadores, como el uso de parches. Pero no existen tratamientos que permitan la eliminación total de la enfermedad”, afirmó la analista.

Destacó que la terapia con parches ayuda a detener el deterioro, y es un tratamiento “tan efectivo como los orales, con el valor agregado de que se aminoran las afecciones gastrointestinales, el efecto secundario más común cuando se consumen comprimidos”.

La señora Rosa Pulido, a quien Notimex visitó en una casa de ancianos, refirió que no la querían recibir allí porque le habían diagnosticado Alzheimer, enfermedad que no padecía, por lo cual tuvo que realizarse varias pruebas para convencer a los directivos de la institución.

“Viví una situación bastante triste ya que mi familia prácticamente me echó de la casa y me trajo a esta institución. Para mayor desgracia en una clínica de Valencia me diagnosticaron un falso Alzheimer, lo que complicó las cosas, pues la casa hogar no aprobaba mi ingreso”, dijo.

La doctora Betancourt señaló que la exactitud del diagnóstico ha mejorado mucho en los últimos 25 años, gracias a la unificación de los criterios diagnósticos y al desarrollo de pruebas neuropsicológicas que evalúan el aspecto cognitivo del paciente.

Recomendó a sus colegas que antes de diagnosticar una posible enfermedad de Alzheimer hay que realizar pruebas como la resonancia magnética o tomografía de cráneo y una evaluación neuropsicológica, para descartar que se trate de algún tipo de demencia reversible.

“Sin embargo, el diagnóstico definitivo de esta enfermedad sólo es posible hacerlo analizando células del cerebro del paciente, una vez que éste haya fallecido”, sostuvo Betancourt.

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