Especial mal funcionamiento de recicladoras en Cuauhtémoc

Las máquinas biorecicladoras de botellas de PET y latas de aluminio que puso en operación la delegación Cuauhtémoc para que la gente recibiera dinero por ellas, sólo funcionan como receptoras y la entrega del material termina como una donación, ya que la gente no obtiene nada a cambio.

Cuando fue anunciado el proyecto de acopio de envases con potencial reciclable, el jefe delegacional, Alejandro Fernández, explicó que por cada botella o lata, los usuarios recibirían diez centavos que se abonarían a una tarjeta especial para después intercambiarlos por tiempo aire, el pasaje en el transporte público o descuentos para cine, teatro y restaurantes.

Sin embargo, a más de tres semanas de estar en operación, las cinco máquinas de la empresa Heng Sheng PlasticMX, ubicadas en la explanada superior de la jefatura delegacional, justo en el área que da acceso a las oficinas, operan de manera parcial.

Aunque la afluencia de usuarios es alta, según reportes del personal de vigilancia de la delegación, también es alta la desilusión de no obtener los centavos que supuestamente recibirían a cambio de cada envase.

En la Ciudad de México es común la recolección de botellas de plástico o latas de aluminio e la vía pública y la realizan no solo los pepenadores o personal de limpia, sino la población que las va juntando, para después venderlas por kilo, el cual se cotiza en el caso de PET en hasta cinco pesos el kilo, y de aluminio en 15 pesos aproximadamente.

El plan de la delegación es instalar diez máquinas biorecicladoras en puntos estratégicos como el Parque México, avenida Álvaro Obregón, Plaza Luis Cabrera, Glorieta de la Cibeles, Glorieta de Insurgentes y mantener las de la explanada delegacional.